¡Escucha, relájate y cúrate!

Los sonidos cuyas vibraciones sean suaves y placenteras son  alternativas excelentes para la relajación del cerebro, originado en el individuo, una mejoría saludable ante problemas de estrés y cansancio mental.

Escuchar música suave, tipo instrumental, ambiental, puede llevar el cansancio de las personas a niveles bajos, haciendo que este se sienta relajado y mucho mejor de salud.

La música es beneficiosa para nuestro organismo. El hecho de implicarse con la misma, refuerza la autoestima, la autodisciplina y la creatividad. Además tiene poderes de desarrollar las habilidades de atención, por ende son recomendadas. Pequeñas dosis de melodías relajantes a estudiantes que necesiten poner en práctica su concentración y memoria, es una alternativa válida y beneficiosa.

Según la experiencia de personas que han escuchado melodías de instrumentos como arpas, flautas, zampoñas; sonidos de la naturaleza como: cantos de pájaros, olas del mar; han testificado que estas son una "muy buena opción," en conjunto con otras plantas medicinales como la valeriana, que pudiera ser usada como infusión.

La protagonista de Los Consejos de mi Abuela recomienda música celta para la relajación.

A continuación les propone: ¡Un spa en casa!

¡Lápiz y papel a mano!

Ingredientes:

- Un reproductor.

- Un cd de música celta (escuchar al principio de la nota).

- Una cama bien cómoda.

- Ventanas abiertas (sólo si hay brisa. Pudiera colocar un ventilador, o encender el aire acondicionado a nivel bajo).

- Ropa liviana (pijama).

- Una taza de té de valeriana.

- Apagar el celular, desconectar el teléfono de la casa.

Preparación:

Enchufa el reproductor y pon a sonar las melodías celtas. En una cama bien cómoda, siéntate, y toma el té de valeriana. Luego de culminarlo, acuéstate en la cama, cierra los ojos, y dedícate a no pensar en nada. Concéntrate en escuchar las notas musicales que emana la música hasta quedarte dormido. Trata de hacer este pequeño spa en la noche porque lo más probable es que usted pueda quedarse dormido. Al despertarse, notará que estará listo para una nueva jornada, muy dispuesto y descansado.